The equalizer (El protector)

Como ya seguramente sabréis, durante esta semana la industria del cine ha decidido que, a lo largo de tres días, puedan asistir a sus salas no sólo la familia real, los futbolistas, los empresarios y los políticos, sino también el populacho.

Así que los ciudadanos de a pie hemos acudido en masa y hemos reventado los cines para que sepan que si no vamos no es porque no nos guste, sino porque amamos nuestros riñones y nos da penita tener que venderlos en el mercado negro de órganos de Sri Lanka para hacernos con una entrada.

Total, que cojemos la Crew y nos vamos para el Lys (para los seguidores no valencianos, si los hay, el Lys es un cine de Valencia).
Nos decidimos por la nueva de Denzel Washington: The equalizer (El protector).

Denzel Washington haciendo la cosa esa que le mola hacer con el labio.

Vale. Tírale.

Llegamos al cine 10 minutos antes de que empiece la peli. Colas infinitas en las taquillas. Cola infinitamente infinita para entrar. Pero uno de nosotros tenía la solución.
Resulta que hay una especie de cajeros automáticos para sacar entradas y tal y la cosa va mucho más rápido.

Vale. Tírale.

Llegamos a los cajeros esos. Una señora delante.

Seleccione película....bien...seleccione horario...bien...seleccione asiento...seleccione asiento, por favor...seleccione asiento, solo queda una fila libre, dale... ... ... los asientos rojos, como indica la leyenda de la parte inferior de la pantalla, están ocupados; los asientos verdes están libres. Como en los semáforos...rojo no, verde sí...seleccione asiento... ... la señora se gira...mira alrededor...mira a la pantalla...seleccione asiento... sleccione, escoja, elija, asiento, butaca,poltrona. tresillo, silla...seleccione asiento...

Empiezo a notar como en mi pelo clarean las canas, comienzo a notar el movimiento de traslación de la tierra alrededor del Sol bajo mis pies, veo la sonrisa de un padre con su mujer sosteniendo a su hijo recién nacido, veo como le enseña a montar en bicicleta, veo como juegan juntos al baseball, veo como el polluelo abandona el nido y se va a la universidad, veo su jodida graduación, veo su boda, veo como sonríe al igual que sonreía su propio padre cuando sostiene entre sus brazos a su hijita y veo como envejece al lado de su esposa y cierra el círculo de la vida, comprendiendo así en ese momento que ésta no es más que una breve obra de teatro en la cual cada uno interpreta su papel lo mejor que puede teniendo siempre en cuenta el spoiler final, dramático y definitivo.

Durante mi delirante iluminación cósmicofilsofoespiritual, diviso a través de mis lágrimas que la señora comienza a pulsar en la pantalla un asiento marcado en rojo. Nada ocurre. Lo pulsa más fuerte. Nada. Lo golpea. Lo golpea repetidas veces. 3 minutos para que empiece nuestra peli.

Así que yo, todo generosidad y caballerosidad, le digo: "Disculpe señora, pero esa butaca está ocupada. Seleccione otra de entre las que estén libres"

"Ay gracias hijo. Es que no me he traído las gafas del cerca"

Comienza a pulsar otro asiento rojo...

Finalmente, la señora se hace con su entrada y nosotros con la nuestra. Solo quedaba en primera fila.

Vale. Tírale.

The equalizer nos enseña como el cine americano ha evolucionado para pasar a ser una réplica de lo que hacían hace unos años. Simplemente magnífico.
Ahora los malos ya no son musulmanes/talibanes/moros con metralletas. Ahora vuelven a ser rusos. ¡Malditos comunistas! ¡Si Reagan levantara la cabeza!

Pues eso, que no quiero destrozaros este homenaje al séptimo arte, pero va de un americano que, él solo, se carga a 893 rusos. Y au (para los no valencianos: Y au = Y ya está. ¿Veis? Si La Torre De Babibel os enseña cositas y todo).

¡OJO! Que a mi Denzel Washington me requeteencanta. Pero he de reconocer que no será recordado precisamente por esta peli.

Pero bueno...¿Quién se puede quejar cuando uno ve una película entretenida con sus amigos y no teniendo que haber empeñado ningún objeto de valor por ello?.

PD: Al estar en primera fila, dividimos la pantalla en dos partes. Unos vimos la parte derecha y otros vieron la izquierda y luego, entre todos, reconstruimos la peli.

Aquí tenéis una imagen mía al llegar a casa: